"(...) las viejas fotografías engañan mucho, nos dan la ilusión de que estamos vivos en ellas, y no es cierto, la persona a quien estamos mirando ya no existe, y ella, si pudiera vernos, no se reconocería en nosotros.” JOSÉ SARAMAGO. Todos los nombres

3.0 - Las T.P. en España

 








 

La tarjeta postal ilustrada define los gustos refinados de quien la escribe, así como los proyecta en cierta medida a quien va destinada, creándose un original circuito de intercambio en el que la alianza de imagen y texto cumple unas funciones complementarias que inclusive perduran en la actualidad, originando un coleccionismo de esta forma de comunicación cultural. (Lara López, 2009).

Editor Samsot y Menet
 


 3.0 - Las T.P. en España


Como hemos visto en apartados anteriores, se considera que la primera tarjeta postal circuló en Austria en 1869. Era una tarjeta editada por la Administración con espacio únicamente para escribir los datos del receptor y con el sello de franqueo impreso en el anverso, sin imágenes que la ilustrara. A ese tipo de tarjeta oficial se la conoció como entero postal.

En 1871, Abelardo de Carlos editó una cartulina destinada a la publicidad y suscripción de su revista llamada "La Moda Elegante ilustrada". Estas cartulinas publicitarias eran utilizadas principalmente por el comercio de libros y la industria editorial para promocionar sus publicaciones y atraer suscriptores. Este tipo de publicidad impresa era común en la época y se utilizaba para difundir información sobre productos y servicios, incluyendo revistas y libros. (Carreras y Candi: 1903: 7-8 y 25-26). C



El éxito del nuevo sistema postal se extendió rápidamente por toda Europa. En España nacieron con algún retraso y se autorizó la fabricación y circulación de T.P. en una real orden del 10 de mayo de 1871, durante el reinado de Amadeo de Saboya pero debido al clima político imperante y a los lentos  procedimientos burocráticos, las primera T.P. ya con uso postal, se imprimieron durante la Primera República, a finales de 1873. (Guereña, 2005)

Como has señalado, la primera tarjeta postal oficial se emitió en Austria en 1869, y este sistema postal se extendió rápidamente por toda Europa. En España, la autorización para fabricar y circular tarjetas postales llegó en una real orden del 10 de mayo de 1871, durante el reinado de Amadeo de Saboya. Sin embargo, debido a diversos factores, incluido el clima político de la época y los procedimientos burocráticos lentos, las primeras tarjetas postales con uso postal en España se imprimieron durante la Primera República, a finales de 1873.

Este retraso en la implementación de las tarjetas postales en España puede haber sido resultado de la inestabilidad política y administrativa en ese momento. No obstante, una vez que se autorizó su uso, las tarjetas postales se convirtieron en un medio de comunicación popular y efectivo, contribuyendo a la conectividad y la comunicación en el país, al igual que lo hicieron en otras partes de Europa. Su éxito y popularidad perduran hasta la actualidad como un medio de correspondencia y una forma de documentar la historia y la cultura de una época.

El proceso de oficialización de la tarjeta postal en España durante la Primera República se llevó a cabo en mayo de 1871, con la introducción de postales oficiales impresas por la Fábrica Nacional de la Moneda y el Timbre. Sin embargo, debido a la inestabilidad política en ese período, no se permitió su uso hasta diciembre de 1873.

Estas primeras tarjetas postales, conocidas como enteros postales, llevaban inscripciones como "Republica Española", "Tarjeta Postal", y se especificaba que lo que debía escribirse se haría en el reverso y debía ir firmado por el remitente.

La introducción oficial de la tarjeta postal en España durante la Primera República se consideró un paso hacia la modernización del estado y un símbolo de progreso. En este contexto, comenzaron a surgir las tarjetas postales dobles o de contestación pagada, diseñadas para fomentar la comunicación mediante este nuevo método innovador.

A pesar de la introducción de la tarjeta postal oficial, su uso inicialmente fue limitado, y según datos oficiales, en el primer año de su implantación se registró una circulación de 320,000 tarjetas. Sin embargo, esta cifra disminuyó significativamente en los años siguientes, representando solo un pequeño porcentaje de los objetos circulados en 1877.

Este período inicial de la tarjeta postal en España refleja la complejidad y la evolución de su adopción, que posteriormente se convertiría en un medio de comunicación y correspondencia muy popular en el país y en todo el mundo.


3.1 - 1869-1892

Los primeros enteros postales publicados en España llevaban impresa la expresión "República Española" en la parte superior junto al sello, "Tarjeta Postal" en el centro, un espacio para escribir el nombre y la dirección del destinatario y una nota con la frase "Lo que debe escribirse se hará en el reverso e irá firmado por el remitente. (Valenti 2014) En España, en los dos primeros años de vigencia de los enteros postales, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre llegó a confeccionar 3.310.500 unidades, lo que revela el enorme éxito de la fórmula. Las primeras postales ilustradas no circularán en nuestro país, sin embargo, hasta 1892.(Gámez Romero F, 2010)

Los primeros enteros postales publicados en España, como has mencionado, llevaban impresas las expresiones "República Española" en la parte superior junto al sello y "Tarjeta Postal" en el centro. Además, incluían un espacio destinado para escribir el nombre y la dirección del destinatario, junto con una nota que indicaba que lo que debía escribirse se haría en el reverso de la tarjeta y debía ir firmado por el remitente.

En los dos primeros años de vigencia de los enteros postales en España, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre llegó a confeccionar un total de 3,310,500 unidades. Este número revela el enorme éxito y la popularidad de este nuevo medio de correspondencia en ese momento.

Sin embargo, las primeras postales ilustradas no circularon en España hasta 1892. Estas postales ilustradas marcaron un hito importante en la evolución de las tarjetas postales, ya que combinaban imágenes con texto y se convirtieron en un medio de comunicación visualmente atractivo y popular.


Es importante destacar que las tarjetas postales oficiales no se introdujeron en España hasta la década de 1870, como se mencionó en respuestas anteriores. A partir de ese momento, las tarjetas postales oficiales emitidas por la Administración de Correos se convirtieron en un medio de comunicación muy utilizado y popular en el país. Las tarjetas privadas continuaron existiendo, pero las tarjetas postales oficiales dominaron el mercado postal en España y en todo el mundo.


Enteros postales de la Administración. S.XIX

Las tarjetas privadas en España durante el siglo XIX no fueron tan comunes ni tan populares como las tarjetas postales oficiales, que se introdujeron más tarde en ese siglo. Sin embargo, algunas personas y empresas privadas comenzaron a emitir tarjetas con fines publicitarios o conmemorativos. Estas tarjetas privadas a menudo presentaban imágenes o diseños personalizados en el anverso y espacio en blanco en el reverso para escribir mensajes.

Algunos ejemplos de tarjetas privadas en España durante el siglo XIX podrían incluir:

  1. Tarjetas de visita: Estas tarjetas eran utilizadas por individuos para presentarse y dejar sus datos de contacto. Aunque no eran tarjetas postales en el sentido tradicional, tenían un formato similar y a menudo presentaban diseños decorativos o grabados.

  2. Tarjetas publicitarias: Algunas empresas comenzaron a utilizar tarjetas para promocionar sus productos o servicios. Estas tarjetas podían llevar ilustraciones relacionadas con el negocio y a menudo se distribuían en ferias, exposiciones u otros eventos.

  3. Tarjetas conmemorativas: En ocasiones, se imprimían tarjetas para conmemorar eventos importantes, como bodas, bautizos o aniversarios. Estas tarjetas a menudo presentaban diseños decorativos y se entregaban como recuerdos a los invitados.

A partir de 1887, el gobierno español autorizó a la industria privada a editar tarjetas postales en el país. Sin embargo, las tarjetas postales oficiales continuaron siendo producidas, como se reconoció expresamente en los reglamentos de correos aprobados en 1889 y 1898. Esto significa que tanto las tarjetas postales oficiales como las producidas por la industria privada coexistieron en ese período.

Puede decirse que a finales de la década de 1880 se inició un proceso de popularización de las tarjetas postales en España. Este proceso se intensificó en 1892, cuando se distribuyeron las primeras tarjetas postales ilustradas. Estas tarjetas postales ilustradas se produjeron con motivo de las celebraciones conmemorativas del descubrimiento de América.


Ya en 1887, el gobierno autorizará la impresión a empresas particulares como en el resto de Europa y el mundo, aunque ya había precedentes en las tarjetas de carácter comercial, impresas por particulares con imágenes litografiadas en las que se reproducirán junto al membrete del comerciante o de la industria alguna ilustración impresa por procedimientos litográficos. (Palá, 2014)

Es cierto que en 1887, el gobierno español autorizó la impresión de tarjetas postales por empresas particulares, lo que marcó un importante cambio en la industria de las tarjetas postales en España. Hasta ese momento, las tarjetas postales oficiales emitidas por la Administración de Correos habían dominado el mercado postal.

La autorización para que empresas privadas pudieran imprimir tarjetas postales permitió una mayor diversidad en los diseños y temas de las tarjetas postales en España. A partir de entonces, diversas empresas comenzaron a producir tarjetas postales con imágenes litografiadas, a menudo con ilustraciones que representaban lugares turísticos, paisajes, monumentos y otros temas de interés.

Este cambio en la regulación impulsó el crecimiento de la industria de las tarjetas postales en España y contribuyó a su popularización como un medio de comunicación y un recuerdo de viajes y eventos. Las tarjetas postales se convirtieron en un objeto de colección y un registro histórico de la cultura y la sociedad de la época.



Entero Postal privado de 1910

 3.2 - 1892-1900

Cumpliendo el reglamento de la Unión Postal Universal, las primeras tarjetas llevaban el dibujo o la imagen en el anverso, y en el reverso, sin dividir, solo se escribían el nombre y la dirección del destinatario, por lo que el texto de la misiva debía ir en la cara, emborronando la imagen en muchos casos. Estaban diseñadas para ir sin sobre y el sello se colocaba en cara, dorso o doblado, entre ambas. 

Según Carreras y Candi las primeras postales ilustradas del estado español habrían sido dos postales de tipos Gruss Aves «Recuerdo de», de la ciudad de Granada impresas en Alemania en 1890, de las que no se ha recuperado ningún ejemplar. (Guereña, 2005)

Las primeras postales ilustradas en el estado español, según Carreras y Candi, habrían sido dos postales de tipos Gruss Aves con la inscripción "Recuerdo de" de la ciudad de Granada, impresas en Alemania en 1890. Sin embargo, se destaca que no se ha recuperado ningún ejemplar de estas postales, lo que hace que su existencia sea un tema de interés y misterio en la historia de las tarjetas postales en España.

Las tarjetas postales ilustradas, a menudo conocidas como "Gruss aus" en alemán, se caracterizaban por tener ilustraciones de lugares turísticos y paisajes en el anverso. Estas tarjetas se volvieron muy populares y se utilizaron para promover destinos turísticos y como recuerdos de viajes.

El hecho de que las primeras postales ilustradas en España sean tan escasas y que no se haya recuperado ningún ejemplar de las postales de Granada impresas en 1890 las convierte en un elemento interesante de la historia de la tarjeta postal en el país. Esto resalta la importancia de la colección y la preservación de tarjetas postales como registros históricos y culturales.


Algunos hoteles editaron postales ilustradas con vistas de sus establecimientos. El caso más antiguo es el del Hotel Santa Catalina, de las Palmas de Gran Canaria en 1892, tres años después fue el  Grand Hotel de Oriente, de Barcelona, quien editó dos  postales con varias imágenes de la ciudad y de la fachada del hotel. Fueron impresas en Leipzig, Alemania, a cargo de Louis Glaser. (Teixidor Cadenas, 1999). Puesto que fueron impresas y editadas por iniciativa privada, el logotipo de la empresa solía hacerse constar. 

Es interesante destacar que algunos hoteles en España comenzaron a editar tarjetas postales ilustradas con vistas de sus establecimientos a finales del siglo XIX. Estas tarjetas postales se convirtieron en una forma de promoción de los hoteles y también en un recuerdo para los huéspedes que visitaban estos lugares.

El Hotel Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria fue uno de los primeros en hacerlo en 1892. Tres años después, el Grand Hotel de Oriente en Barcelona también editó dos postales con imágenes de la ciudad y la fachada del hotel. Estas postales fueron impresas en Leipzig, Alemania, por Louis Glaser. Como eran iniciativas privadas, a menudo se incluía el logotipo o nombre de la empresa en las postales como parte de su estrategia de marketing y promoción.

Estas postales no solo servían como recuerdos para los visitantes, sino que también contribuían a la difusión de imágenes de las ciudades y los lugares turísticos, lo que promovía el turismo en España y la captación de clientes para los hoteles


En 1890, dos suizos, Oscar Hauser Muller y Adolfo Menet Kusteiner fundan la "Sociedad Regular Colectiva Hauser y Menet" iniciándose con la realización de un catálogo de paisajes españoles denominado "Vistas y Monumentos de España" realizado por fototipia, del que logran una gran repercusión al reproducir unas imágenes de gran calidad y nitidez.(Carrasco, 1992). En 1892 empezaron a editar tarjetas ilustradas que tuvieron una gran difusión, con un gran catálogo que animó a otros editores a imitar en distintos puntos del país.

La "Sociedad Regular Colectiva Hauser y Menet," fundada por los suizos Oscar Hauser Muller y Adolfo Menet Kusteiner en 1890, desempeñó un papel significativo en la popularización de las tarjetas postales ilustradas en España. Inicialmente, comenzaron con la creación de un catálogo de paisajes españoles titulado "Vistas y Monumentos de España," que fue realizado mediante la fototipia. Este catálogo se destacó por la alta calidad y nitidez de las imágenes, lo que atrajo una gran atención.

En 1892, la sociedad comenzó a editar tarjetas postales ilustradas, que rápidamente ganaron una amplia difusión. Su extenso catálogo de tarjetas postales inspiró a otros editores en diferentes partes del país a seguir su ejemplo y comenzar a producir sus propias tarjetas ilustradas. Esto marcó el inicio de una era en la que las tarjetas postales ilustradas se convirtieron en un medio popular de comunicación y recuerdo en España, con una amplia variedad de temas y diseños disponibles para el público.

La fotografía y la impresión de alta calidad jugaron un papel fundamental en el éxito de las tarjetas postales ilustradas, permitiendo la creación de imágenes atractivas y nítidas que capturaron la belleza de los paisajes y monumentos de España.


Ellos editaron la primera tarjeta postal ilustrada española de la que se conserva un ejemplar, que fue enviada de Madrid a Barcelona el día 21 de octubre de 1892.  Se titula: “Recuerdo de Madrid” y contiene cuatro pequeñas viñetas con vistas de calles, plazas y monumentos de la capital. También se conserva un ejemplar parecido, con vistas de Barcelona de 1893 y que nos muestra el monumento a Colon y recuerdos de Barcelona. Ambas, son un tipo de postal muy popular desde entonces, que internacionalmente es conocida como Gruss aves (que, en alemán, significa Saludos de o Recuerdo de), porque así empezaba el título en las primeras postales de vistas alemanas.(Carrasco, 1992) 

Es interesante saber que la "Sociedad Regular Colectiva Hauser y Menet" editó la primera tarjeta postal ilustrada española de la cual se ha conservado un ejemplar. Esta tarjeta postal se titulaba "Recuerdo de Madrid" y fue enviada de Madrid a Barcelona el 21 de octubre de 1892. La tarjeta contenía cuatro pequeñas viñetas con vistas de calles, plazas y monumentos de la capital. Además, otro ejemplar similar con vistas de Barcelona de 1893, que mostraba el monumento a Colón y recuerdos de la ciudad, también se ha conservado.

Este tipo de postal, que comenzó a popularizarse en España gracias a Hauser y Menet, se conoce internacionalmente como "Gruss aus" en alemán, lo que significa "Saludos de" o "Recuerdo de". Este término se originó en las primeras postales de vistas alemanas que llevaban esta inscripción en su título.

Estas postales ilustradas se convirtieron en un medio popular para enviar saludos y recuerdos de diferentes lugares y ciudades, y su éxito contribuyó al crecimiento de la cultura de la tarjeta postal en España.




Editor  Hauser_19  “Recuerdo de Madrid”. Circulada en 1906



POstal 1902, Recuerdo de Barcelona.
Editor  Hauser_18  “Recuerdo de Barcelona”. Sin circular

A finales del siglo XIX, durante el desarrollo incipiente de la tarjeta postal en Cataluña y en España en general, hubo la necesidad de recurrir a las industrias centroeuropeas para la impresión de postales turísticas. Esto se debió en parte a la falta de tecnología y experiencia profesional en el sector en ese momento. Editores y litografías como López Editor y Litografía M. Pujadas, entre otros, encargaron la impresión de sus postales en diversas ciudades de Alemania.

Además, también se encontraron tarjetas postales con imágenes de Cataluña impresas por industrias extranjeras en Alemania, Suiza o Francia. Esto puede haber sido el resultado del interés de los mismos impresores extranjeros en la región. Algunos de estos impresores extranjeros luego se establecieron en diferentes ciudades de España, lo que contribuyó al desarrollo de la industria de la tarjeta postal en el país.

Este intercambio entre Cataluña y las industrias extranjeras fue un aspecto importante en el desarrollo de la tarjeta postal como medio de comunicación y recuerdo en España.


Sin embargo, hasta el año 1900, la mayoría de las postales en España se enviaban al extranjero, principalmente por turistas procedentes del centro de Europa. Estos turistas estaban más acostumbrados a la comunicación a través de tarjetas postales que la población local, lo que explica por qué la circulación de postales en España estaba más extendida entre los visitantes extranjeros en ese momento.

Hacia finales de 1896 la empresa Hauser y Menet realizó una serie de postales sin numerar y con dimensiones superiores a las normales, que se pueden considerar las precursoras de la serie general, que esta casa editorial inició un año después. Están impresas en fototipia en negro y reproducen principalmente vistas de Madrid, Toledo, Barcelona, San Sebastián y algunas ciudades andaluzas. 




A partir del 1897, la casa Hauser y Menet inició un catálogo llamado serie general, que comenzó con una postal de la basílica de Pilar de Zaragoza y que con vistas de la mayoría de las provincias españolas, llegó hasta el número 2078 con una de Cádiz. Su calidad en la reproducción de imágenes de ciudades y monumentos a partir de la fotografía, los ha convertido en preciadas joyas para los coleccionistas desde entonces hasta hoy. En su publicidad se indicaba, en diciembre de 1902, una producción de medio millón de tarjetas postales (Teixidor Cadenas: 1999), lo que implica una fuerte demanda. Sus temas eran ya no fueron únicamente de temas fotográficos, sino que imitando series de editores europeos también se hicieron postales de temas costumbristas con dibujos de los ilustradores de la revista Blanco y Negro, y otras con temas taurinos, cuadros del Museo del Prado o de primeras planas de periódicos. Al efectuar grandes tiradas, consiguieron abaratar considerablemente el precio de sus postales.


La casa Hauser y Menet comenzó su serie general en 1897, con una postal de la Basílica del Pilar en Zaragoza. Esta serie incluía vistas de la mayoría de las provincias españolas y llegó a numerarse hasta el número 2078 con una postal de Cádiz. La calidad de reproducción de imágenes de ciudades y monumentos a partir de la fotografía las convirtió en valiosas piezas para coleccionistas desde entonces hasta la actualidad. En diciembre de 1902, la empresa anunciaba una producción de medio millón de tarjetas postales, lo que demuestra la alta demanda que tenían.

Además de las vistas fotográficas, Hauser y Menet también produjo postales con temas costumbristas que presentaban dibujos realizados por ilustradores de la revista "Blanco y Negro", así como postales con temas taurinos, reproducciones de cuadros del Museo del Prado y primeras planas de periódicos. La producción a gran escala les permitió reducir considerablemente los precios de sus postales.


Editor  Hauser_15  Toledo: Calle S. Miguel. Postal de la Edición General









Hauser_424_Postales con dibujos de la revista Blanco y Negro

Su crecimiento y hegemonía a lo largo de los últimos años del S.XIX fue muy grande. Ellos vendían sus propias postales pero a la vez editaban a terceros. Los otros dos grandes editores nacionales. que le harán la competencia en el siguiente siglo fueron Fototipia Lacoste y el impresor Josep Thomas.

Hauser y Menet experimentaron un crecimiento significativo y se convirtieron en líderes del mercado de postales en España durante los últimos años del siglo XIX. No solo vendían sus propias postales, sino que también editaban postales para terceros. Sin embargo, en el siglo siguiente, surgieron dos competidores importantes en el mercado de las postales en España: Fototipia Lacoste y el impresor Josep Thomas. Estos tres editores se destacaron en la producción y distribución de tarjetas postales en España.

Durante ese período, hubo una evolución en la industria de las tarjetas postales en España, con la aparición de nuevas empresas y la adaptación de algunas empresas tradicionales a las demandas cambiantes del mercado


Una de las nuevas empresas que surgieron fue Hauser y Menet, que probablemente se dedicaba a la producción y venta de tarjetas postales. Esta empresa pudo haber introducido innovaciones en el diseño o enfoque de las tarjetas postales para adaptarse a los nuevos tiempos.

Por otro lado, empresas tradicionales con sólida reputación, como la Casa Fotográfica Laurent, también se adaptaron a los cambios en el mercado. En el año 1900, esta empresa puso a la venta una colección de tarjetas postales que reproducían cuadros del "Museo Moderno". Esto indica cómo incluso empresas con una larga historia en la fotografía y la reproducción visual reconocieron la creciente demanda de tarjetas postales ilustradas y se sumaron a esta tendencia.

J. Lacoste, sucesor de Laurent en Madrid, anunciaba no solo fotografías de diversos tipos, como cuadros, esculturas, tapices, objetos de arte, monumentos y vistas de España y Portugal, sino también tarjetas postales ilustradas de la Casa Cánovas, Baena y otras. Además, ofrecía talleres de fototipia para la ilustración de obras y tarjetas postales, lo que sugiere una adaptación a las nuevas tecnologías de impresión y a la creciente demanda de tarjetas postales ilustradas.

En resumen, este período representó un momento de cambio y adaptación en la industria de las tarjetas postales en España, con la aparición de nuevas empresas y la evolución de empresas tradicionales para satisfacer la demanda de tarjetas postales ilustradas y otros productos relacionados con la fotografía y la reproducción visual.


A principios del siglo XX, junto a empresas como Hauser y Menet o el sucesor de Laurent, surgieron otros negocios dedicados a la venta de tarjetas postales en España. Algunos ejemplos de estos negocios fueron:

  1. Dümmatzen en Barcelona: Esta empresa ofrecía ofertas interesantes, como la venta de diez postales transparentes con vistas de España y cien postales diferentes extranjeras por cinco pesetas. Estas ofertas buscaban atraer a los coleccionistas y al público en general con una amplia variedad de opciones.

  2. Thomas en Madrid: Thomas anunciaba una amplia selección de más de 20,000 postales de fantasía distintas a precios muy reducidos. Además, ofrecían platinos con imágenes de artistas españoles y extranjeros a un precio de veinte céntimos. Esto indicaba la diversidad de opciones disponibles para los amantes de las tarjetas postales en esa época.

  3. Luis Viola y Verger en Madrid: Esta empresa, ubicada en Madrid, también se destacó en la venta de tarjetas postales y productos relacionados con la fotografía. La mención de este negocio en la obra "La Fotografía Artística en la Prensa Ilustrada 1905" de Alonso Laza sugiere su importancia en la escena de la fotografía y las tarjetas postales de la época.


Editor Josep Thomas.

Fototipia Lacoste

Editores a finales de siglo que en su mayoría encargaban sus ediciones a empresas europeas fueron: López Editor, Litografía M. Pujadas y Hermenegildo Miralles en Barcelona; Policarpio Sanz Calleja, en Madrid; Ramón Ortega, y Andrés Fabert en Valencia; Litografía Romero, en Tenerife; Papelería Catalana, Almacenes de la Llave, Fin de Siglo, Nicolás B. Nogueroles y Domingo del Río en Málaga, o Landáburu Hermanas en San Sebastián y otros muchos.


Editor Tiburcio Berrotaran. Impresor Hauser

Litografía de Hermanos Künzli, de Zurich, anterior a 1900

Al mismo tiempo que nacen nuevas empresas editoriales españolas, las grandes industrias alemanas, suizas o francesas, llegan con sus propios fotógrafos o contratan locales, para captar imágenes de toda la península y las islas, fruto del interés de sus propios compatriotas por coleccionarlas y del incipiente negocio que estaba naciendo. Los más destacados fueron: los alemanes “Purger & Co” de Munich, por su cantidad, y variedad geográfica. También son interesantes las ediciones de Römmler & Jonas (Dresde), E. Maas (Berlín) Dr. Trenkler Co (Leipzig), y German Schulze entre otras muchas. En cuanto a empresas suizas, la casa Photoglob, Zürich (P.Z) y Künzli Freresi, triunfaron por hacerlas en color. Muchos fotógrafos y compañías editoras francesas hicieron fotografías de monumentos y paisajes de toda la geografía española, pero el más importante sin duda fue Lévy et Leon (L.L.), luego denominado Levy et fils. Fueron muy conocidos por sus instantáneas estetoscópicas y de tipos orientalistas.

 

Durante el auge de la tarjeta postal en España, varias empresas editoriales europeas, especialmente alemanas, suizas y francesas, establecieron operaciones en el país o colaboraron con fotógrafos locales para captar imágenes de diversas regiones españolas. Algunas de las empresas editoriales más destacadas y sus enfoques incluyeron:

Alemanas:

  1. Purger & Co (Munich): fue una empresa alemana muy influyente en la producción de tarjetas postales en color en España. Su extensa variedad de temas, que incluía vistas panorámicas, monumentos y escenas cotidianas, permitió que estas tarjetas postales fueran ampliamente apreciadas tanto por los coleccionistas como por aquellos que buscaban recuerdos de sus viajes por España. La diversidad geográfica de sus tarjetas postales también contribuyó a la popularidad de la compañía, ya que permitía a las personas explorar virtualmente diferentes regiones del país a través de estas imágenes.

  2. Römmler & Jonas (Dresde):
  3. Römmler & Jonas fue otra destacada empresa alemana dedicada a la producción de tarjetas postales. Con sede en Dresde, esta empresa también fue conocida por sus tarjetas postales de alta calidad que abarcaban una amplia gama de temas. Al igual que otras empresas de la época, Römmler & Jonas produjo tarjetas postales que representaban paisajes, monumentos, escenas históricas y culturales, así como escenas de la vida cotidiana.

    La producción de tarjetas postales por parte de Römmler & Jonas contribuyó a la difusión de imágenes de España en todo el mundo y a la popularidad de las tarjetas postales como medio de comunicación y coleccionismo. Su participación en la creación de tarjetas postales permitió que las personas compartieran sus experiencias de viaje y se mantuvieran conectadas en una época en que la correspondencia postal era una forma importante de comunicación a larga distancia

  4. Dr. Trenkler Co (Leipzig): Publicaron tarjetas postales.

Suizas:

  1. Photoglob, Zürich (P.Z): Reconocidos por su producción en color.
  2. Künzli Freresi: Triunfaron en la producción de tarjetas postales en color.

Francesas:

  1. Lévy et Leon (L.L): Esta empresa fue muy importante en la producción de tarjetas postales, especialmente conocidos por sus instantáneas estetoscópicas y de tipos orientalistas.

Estas empresas extranjeras contribuyeron significativamente a la producción y difusión de tarjetas postales en España, capturando imágenes de monumentos, paisajes y tipos locales de diversas regiones del país. Su presencia ayudó a popularizar aún más el coleccionismo de tarjetas postales y a promover el turismo en España.

En el siglo XIX y principios del siglo XX, hubo numerosos editores de tarjetas postales que utilizaron la técnica de cromolitografía en Europa para producir tarjetas postales a color de alta calidad. Algunos de estos editores europeos de tarjetas postales cromolitografiadas incluyen:

  • Raphael Tuck & Sons (Reino Unido): Esta editorial británica fue una de las más importantes en la producción de tarjetas postales cromolitografiadas. Sus tarjetas postales a menudo presentaban ilustraciones coloridas de escenas cotidianas, paisajes y festividadesSalmon Ltd. (Reino Unido): J. Salmon es otro editor británico que se destacó en la producción de tarjetas postales cromolitografiadas. Sus tarjetas postales a menudo representaban paisajes naturales y lugares pintorescos del Reino Unido.
  • Ediciones Hartmann (Francia): Esta editorial francesa produjo una amplia variedad de tarjetas postales cromolitografiadas, incluyendo tarjetas de temáticas diversas como vistas de ciudades, escenas de la vida cotidiana y tarjetas de felicitación.
  • C. Burckardt (Suiza): C. Burckardt fue conocido por sus tarjetas postales cromolitografiadas de alta calidad que representaban paisajes alpinos y vistas panorámicas de Suiza.
  •  Ernst Plank (Alemania): Esta editorial alemana fue famosa por sus tarjetas postales cromolitografiadas de temáticas variadas, incluyendo escenas históricas, paisajes y tarjetas de felicitación.
  • Hildesheimer & Faulkner (Reino Unido): Esta editorial británica produjo una serie de tarjetas postales cromolitografiadas con ilustraciones coloridas de escenas y personajes populares de la época victoriana.
  • Schöning & Co. (Alemania): Schöning & Co. fue un destacado editor alemán de tarjetas postales cromolitografiadas que representaban paisajes y lugares emblemáticos de Alemania.
  •  "Purger & Co" (Munich, Alemania): Como mencionaste, "Purger & Co" fue conocida por su amplia variedad de tarjetas postales en color y su diversidad geográfica. Esta empresa alemana produjo tarjetas postales que abarcaban desde vistas panorámicas hasta monumentos y escenas de la vida cotidiana. Su producción masiva y variedad temática las hicieron muy populares.

  •  "Römmler & Jonas," con sede en Dresde, Alemania, también fue una figura destacada en la producción de tarjetas postales en el siglo XIX y principios del siglo XX. Esta empresa alemana se especializó en la creación de tarjetas postales que presentaban una variedad de temas, incluyendo vistas panorámicas, monumentos, paisajes y escenas de la vida cotidiana.lo que las convirtió en objetos de interés para los coleccionistas y los amantes de los viajes. 

    "Römmler & Jonas" es conocida por su contribución a la producción de tarjetas postales de alta calidad. Sus tarjetas a menudo presentaban imágenes nítidas y detalladas, lo que las hacía muy atractivas tanto para el envío de correspondencia como para la colección. Además de las tarjetas postales de vistas panorámicas y paisajes, también produjeron tarjetas postales con temas costumbristas y culturales, que proporcionaban una visión interesante de la vida en la época en diferentes regiones.


  • La empresa "Photoglob," con sede en Zúrich, Suiza, fue una destacada empresa editora de tarjetas postales a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Lo que hizo a "Photoglob" particularmente notable fue su énfasis en la producción de tarjetas postales en color, utilizando la técnica de fotocromíalo que las hacía visualmente distintivas y atractivas para coleccionistas y entusiastas de las tarjetas postales.

    Las tarjetas postales producidas por "Photoglob" a menudo presentaban imágenes de paisajes, monumentos, ciudades y escenas de la vida cotidiana en una variedad de destinos turísticos en todo el mundo, incluyendo España. La compañía se ganó una reputación por la calidad de sus impresiones en color, lo que las hacía visualmente atractivas y realistas.

    El proceso de impresión de "Photoglob" involucraba la fototipia en color, lo que permitía una reproducción detallada y vibrante de las imágenes. Esto era un gran avance en la época y contribuyó al atractivo de sus tarjetas postales.


  • La empresa "Künzli Frères" fue una destacada empresa editora de tarjetas postales con sede en Suiza a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. "Künzli Frères" se destacó por su enfoque en la producción de tarjetas postales en color, lo que las hizo visualmente atractivas y populares entre los coleccionistas y entusiastas de las tarjetas postales.Künzli Freres" (Suiza): "Su enfoque en la fotocromía les permitió producir imágenes vívidas y detalladas de lugares de interés turístico y paisajes naturales.

    Las tarjetas postales producidas por "Künzli Frères" a menudo presentaban vistas panorámicas, paisajes, monumentos y escenas de la vida cotidiana de una variedad de destinos turísticos en todo el mundo, incluyendo España. La empresa se ganó una reputación por la calidad de sus impresiones en color, lo que permitía una reproducción vívida y detallada de las imágenes.

    El proceso de impresión de "Künzli Frères" involucraba la fototipia en color, que era un método avanzado para la época y permitía una reproducción fiel de las imágenes, capturando la belleza de los paisajes y monumentos.

Estos son solo algunos ejemplos de editores europeos que utilizaron la técnica de cromolitografía en la producción de tarjetas postales. Cada uno de ellos contribuyó a la popularidad de las tarjetas postales a color en Europa y creó tarjetas postales visualmente atractivas que se han convertido en objetos de colección en la actualidad.



Bilbao - 47087.Edition Photoglob Co, Zurich. 1908

Bilbao -  Nº 16619 C, 12 Iglesia De San Antón Ed Rommel & Jonás. 1907


Barcelona nº 22 Aduana. Editor López 


Barcelona nº 24 Pedralbes. Editor M. Pujadas



El uso de las T.P. se había puesto entonces espectacularmente de moda, y en especial su consumo a través de intercambios internacionales. El crecimiento de producción  de las T.P. fue exponencial, como ejemplo la evolución de las cifras de negocio de Hauser y Menet  en 1892 vendieron alrededor de 500 tarjetas de “Recuerdo de Madrid”, en 1902 su producción ascendía ya 500.000 ejemplares mensuales y en 1905 su producción alcanzaba los cinco millones.(Teixidor, 1999). Como no puede ser de otra manera el coleccionista y escritor de  "Las Tarjetas Postales de España”, 1903, Francesc Carreras y Candi, supo sacar sorna a los primero usuarios de la T.P.


Es fascinante cómo las tarjetas postales se convirtieron en un fenómeno cultural y comercial tan importante en un período relativamente corto de tiempo. La explosión en la producción y el consumo de tarjetas postales durante ese período es un testimonio del auge de la comunicación visual y el deseo de las personas de compartir sus experiencias y mantenerse conectadas con amigos y familiares, tanto a nivel local como internacional.

El hecho de que empresas como Hauser y Menet hayan pasado de vender 500 tarjetas en 1892 a millones en 1905 es un testimonio de la rápida adopción y popularización de las tarjetas postales. Además, estas tarjetas postales no solo sirvieron para la comunicación personal, sino que también se convirtieron en objetos de coleccionismo y, como mencionaste, el libro "Las Tarjetas Postales de España" de Francesc Carreras y Candi muestra cómo la afición por las tarjetas postales se había arraigado en la sociedad de la época.

 La comunicación por tarjeta postal ilustrada puede calificarse de mínimum de comunicación escrita. El que la utiliza, cuando no es por miras de coleccionista, suele aprovecharla, en la mayor parte de las veces, para salir del apurado compromiso de tener que escribirle a una persona a quien poco o nada tiene que decir."                                                                

El período comprendido entre 1901 y 1905 es conocido como la "edad de oro de las tarjetas postales" en el mundo del coleccionismo de tarjetas postales. Esto se debe a varias razones:

  1. Elevado número de ejemplares: Durante este período, se produjo un gran número de tarjetas postales. La producción masiva de tarjetas postales permitió una amplia variedad de diseños y temas que atraían a los coleccionistas y al público en general.

  2. Extraordinaria afición por el coleccionismo cartófilo: Hubo un aumento significativo en el interés por coleccionar tarjetas postales durante estos años. La gente comenzó a apreciar estas tarjetas como objetos coleccionables y a intercambiarlas con otros coleccionistas.

  3. Revistas especializadas: A partir de 1901, se comenzaron a publicar varias revistas especializadas en tarjetas postales, como el "Boletín de la Tarjeta Postal Ilustrada" en Barcelona, "El Coleccionista de Tarjetas Postales" en Madrid y "España Cartófila" en Barcelona. Estas revistas proporcionaron información, noticias y recursos para los entusiastas de las tarjetas postales.

  4. Sociedad Cartófila Española: En 1902, se fundó la Sociedad Cartófila Española, una organización que promovió el coleccionismo de tarjetas postales en España y fomentó el intercambio entre coleccionistas.


El comentario que mencionas de la revista modernista "Pèl & Ploma", publicado el 29 de julio de 1899, muestra que el fervor coleccionista de tarjetas postales ya existía antes de 1900. El hecho de que se hablara de ello como una "mania col·leccionadora nueva" indica que la gente estaba empezando a coleccionar tarjetas postales de manera entusiasta y que este pasatiempo estaba ganando popularidad.

El mercado de las tarjetas postales se vio impulsado en Barcelona gracias a la bonanza y calidad de las artes gráficas en la ciudad. Revistas como "L'Avenç" y "Pèl & Ploma" jugaron un papel importante en promover este mercado al destacar las tarjetas postales como objetos de interés y belleza. Artistas notables como Ramon Casas y Apel·les Mestres contribuyeron al diseño de estas tarjetas postales, lo que las hizo aún más atractivas para los coleccionistas.

El comentario sobre Antonio Palomero, también conocido como Gil Parrado, burlándose humorísticamente de los numerosos coleccionismos en boga, incluido el de las tarjetas postales, muestra que el coleccionismo de tarjetas postales estaba arraigado en la cultura de la época y era una tendencia importante entre los aficionados a la colección. Estos datos históricos ilustran cómo el coleccionismo de tarjetas postales se había convertido en un pasatiempo popular y significativo en España a fines del siglo XIX.

4.2 - Editores

A parte de Hauser y Menet, en Madrid otras empresas de artes gráficas se fueron adaptando a los nuevos tiempos como fue el caso de la Casa Fotográfica Lacoste (Laurent) , Grafos, Franco Española, Madrid Exprés, Madrid Postal, Manuel Quiñones, Adrián Romo, Castañeira y Álvarez y otros muchos (Sánchez, 2011).

Editor Laurent.


En la Barcelona de 1901, el impresor Josep Thomas, gracias a la red de fotógrafos que trabajaba para él por todo el territorio nacional, podrá permitirse ofrecer al público la astronómica cifra de 20.000 temas diferentes en sus tarjetas. Otros muchos le hacían la competencia como  Àngel Toldrà Viazo, Lucin Roisin, Jorge Venini, Samsot y Menet, R.S.A, Pablo Dümmatzen, Ángel S. Fidalgo, Kunzli Hermanos, Luis Viola Vergés, Luis Bartrina, Josep Battaglia, Antonio López, Magí Pujadas y Duran; Amadeo Mauri , Hermenegildo Miralles, Francesc Madriguera etc

Es interesante notar cómo varias empresas de artes gráficas en Madrid y en otras partes de España se adaptaron a la popularidad creciente de las tarjetas postales a medida que avanzaba el siglo XX. La demanda de tarjetas postales, tanto por parte de coleccionistas como de personas que las utilizaban para la correspondencia, impulsó la industria de la impresión y la fotografía en el país.

Cada una de estas empresas contribuyó al crecimiento de la producción de tarjetas postales en España y ofreció una variedad de diseños y temas para satisfacer las preferencias de diferentes personas. La competencia entre estas empresas probablemente también ayudó a mantener los precios bajos y a mejorar la calidad de las tarjetas postales.

En conjunto, este fenómeno refleja cómo la tarjeta postal se convirtió en un medio de comunicación y expresión cultural significativo en la sociedad española de esa época, con una industria próspera y creativa detrás de ella.


Editor Jorge Venini






Editor Samsot y Menet. 

Nacen también empresas en otros puntos de España que elaboran, distribuyen y venden postales al por mayor como son: Santiago S. Soler, Miret Hermanos y Andrés Fabert en Valencia, Guillén e Hijo y Clemente Zurita en Valladolid, Martínez Julia en Granada, Nueva Editorial, Artes Gráficas,  G.G.Galarza y Masteu en San Sebastián,L. G. Librería Villar, Artes Gráficas Lerchundi S. A Grijelmo, Editorial Vasca, Emeterio Verdes, ‘Hermes Grafic y Huecograbado Arte en Bilbao, y Fournier en Vitoria en Bilbao y así cientos por todo el estado.

Es evidente que el auge de las tarjetas postales en España durante el siglo XX dio lugar a una proliferación de empresas en diferentes partes del país dedicadas a la producción y distribución de estas postales. Esta expansión demuestra la popularidad de las tarjetas postales como medio de comunicación y expresión artística en ese período.

Cada una de estas empresas tenía su propio enfoque, desde la elaboración de tarjetas postales con temas locales o regionales hasta la producción en masa de tarjetas para su venta al por mayor. Esto permitió a las personas de todo el país y, en algunos casos, del extranjero, acceder a una amplia variedad de tarjetas postales que representaban tanto escenas locales como monumentos emblemáticos de diferentes lugares de España.